¿Qué debo tener en cuenta para contratar una empleada de hogar?
A lo largo de los años todos hemos necesitado acudir a alguien que nos eche una mano en el día a día de la casa. Si es ahora la primera vez que lo necesitas, bienvenido a este nuevo mundo 😊.
Ya sea por largas jornadas de trabajo, alguna baja laboral temporal o, simplemente, para poder realizar nuestros quehaceres diarios con más tranquilidad, a veces necesitamos una mano externa que nos ayude.
La verdad es que cuando encuentras a esa persona que encaja con la idea que tienes en la cabeza, es una maravilla porque tu vida se vuelve más fácil. Pero… ¡ay! cuantas dudas surgen antes de llegar a ese momento. Entregarle las llaves de tu casa a un desconocido no es fácil. Si además tiene que hacerse cargo de menores o dependientes, se nos activan todas las alarmas. Les estás entregando todo lo que te importa en el mundo, todo lo que tienes.
Para facilitar este proceso de selección y estar seguros de que la elección es la adecuada, creemos que estas recomendaciones os pueden ayudar:
I. Valora lo que necesitas
Parece una obviedad, pero antes de buscar alguien para ayudar en casa hay que tener en cuenta cuáles son nuestras necesidades. Esto te hará ahorrar, tanto en el presupuesto, como en el tiempo invertido en el proceso de selección.
Si tienes una jornada laboral larga, tal vez sólo te interese alguien que se encargue de la limpieza y de la plancha un par de días por semana. Si comes en casa, puede interesarte que esa persona sepa cocinar para dejarte algo preparado o te organice la semana con un batch cooking. Si trabajas desde casa, puedes preferir que vaya a hacer las tareas el fin de semana.
Por el contrario, si tienes niños en casa y necesitas alguien que los cuide sería interesante que hicieses una selección no sólo atendiendo a buscar candidatos con experiencia con niños, si no también en la franja de edad de los tuyos.
Si lo que quieres es ayuda con una persona dependiente, valora el grado de dependencia o la dolencia de la persona que será atendida para encontrar al candidato perfecto con experiencia en ese sector.
Éste es también el momento en el que pensar cuál es tu presupuesto, cuánto se ofrece en el sector para el tipo de profesional que buscas y en qué horquilla salarial te sientes cómodo.
II. Busca perfiles con papeles
Tal vez te han hablado de la prima de la chica de esa madre del cole que ha trabajado cuidando gemelos en casa de alguien, o de una señora estupenda y muy ejecutiva con la plancha y que guisa que te mueres. Te han dicho que no tiene papeles, pero que… bueno, así te ahorras esa partida.
Es verdad que la Seguridad Social supone un sobrecoste pero el riesgo de tener a un empleado no asegurado, no lo compensa. Si esa empleada se cae y te denuncia, tienes un problema. Si dejas de contar con ella porque no te gusta o tus necesidades cambian y acude a los juzgados puedes llevarte un susto nada apetecible, con su consiguiente desembolso.
III. Confirma sus referencias
A todos nos ha llegado, ya de agencia, ya desde otro canal, algún perfil que decía que sabía hacer todo y de todo y descubriste que no. Si no te ha llegado, seguro que alguien te ha contado que le ha pasado.
Una manera de evitarlo y no perder tiempo en entrevistas presenciales, es preguntar por sus referencias. Generalmente, cuando las tienen no son reticentes a ofrecerlas. Si además te aportan la hoja de vida, tienes la seguridad de que lo te está contando es verdad.
IV. Conoce al candidato
Ya hagas tú la selección o pidas ayuda a alguna agencia experta en estos procesos, conoce al candidato. Si además vais a coincidir con él en casa, te recomendamos que lo entrevistes en persona.
Puedes encontrarte con un perfil muy válido y competente pero que no encaja con tu manera de ser. Una entrevista personal puede orientarte para ver si tenéis ese feeling que requiere una relación doméstica.
V. Explícale qué esperas
Es conveniente hacer un listado de las cosas que quieres que realice y el orden en el que prefieres que las haga. Si además hay alguna cosa que te guste que se haga de una manera determinada, te recomendamos que pierdas unos minutos en explicárselo para evitar malentendidos y enfados futuros.
VI. Haz un resumen general antes de finalizar la entrevista
Siempre es mejor que los términos del contrato queden claros. El final de la entrevista es un buen momento para recapitular y resumir las condiciones del puesto: horarios, salario, día de incorporación, tareas a desarrollar, tiempos de libranza, vacaciones o cualquier otra cuestión que pueda surgir a cualquiera de las partes.
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