Todos recordamos a Macaulay Culkin poniendo cara de alarma por aquello de quedarse solo en casa en estas señaladas fechas… Ay, quién pudiera… Los que de verdad deberíamos poner cara de desesperación somos las madres y los padres que afrontamos las vacaciones de Navidad con niños en casa. ¿O no?
Dicen que exteriorizar las angustias y los miedos ayuda a superarlos, así que vamos a tomarnos esta entrada de blog como un pequeño desahogo compartido acerca de las dificultades que encontramos para disfrutar las fiestas navideñas. Y para que veas que no estás sola o solo, también te sugerimos una solución mejor que salir corriendo…
¿Ayudantes de Santa o pajes de los Reyes Magos?
Sí, gracias a la globalización tenemos mucha más libertad para elegir… elegir si queremos que nos esclavice el abuelete rellenito de la Coca Cola o sus majestades de Oriente. Aunque lo más normal es que terminemos haciendo recados a dos bandas; nosotros y otros varios miles de madres y padres. El plan ideal, ¿a que sí?
Claro que la sonrisa de los peques cuando abren los regalos recompensa cualquier esfuerzo, pero que hay que esforzarse, y bastante, eso es un hecho. En mi caso, con tres fierecillas con gustos muy distintos, tengo que exprimirme el cerebro y visitar varias tiendas. Si intento algo en plan do it yourself es casi peor.
Con un poco de suerte (relativa), las actividades extraescolares seguirán en marcha durante estos días y por lo menos tendrás algunos ratos sueltos para comprar/cambiar esos pantalones que te autorregalas, el papel de regalo que se te había olvidado o el detallito para la suegra, que no puede faltar. Y hablando de suegras…
Y encima, la familia…
Vacaciones escolares y visitas familiares: la combinación perfecta para volverse loco. Por si tener a los niños todo el día en casa (o de acá para allá entre encendidos de luces, pistas de patinaje y cabalgatas) no fuera bastante, a lo mejor te toca recibir una retahíla de cuñados y demás parentela, u otras visitas más o menos indeseadas.
Cortesía Freepik
En realidad y bromas aparte, ese no es el problema. El problema es la avalancha de tareas relacionadas con las visitas: recogerlas en la estación, acondicionar cuartos, disponer ropa (sábanas, toallas, etc.), ir de compras y preparar desayunos, comidas y cenas algo más especiales de lo habitual… Qué te voy a contar.
Resultado: dos semanas de estrés total, cuando esto de las navidades debería ser una época para disfrutarla tranquilamente en familia. No le veo el espíritu navideño por ningún lado. Seguro que como a mí, te gustaría aprovechar esos días para pasar más tiempo tranquilamente con los niños, no sin parar de acá para allá.
¿Es que nadie va a pensar en las madres y los padres?
A veces, los memes encierran verdades como puños… Pero otras veces somos las madres y los padres quienes necesitamos que nos ayuden. Así que desde hace un par de años lo tengo claro: busco a una persona que me eche una mano con las tareas domésticas durante estos días.
Puede tratarse de las tareas domésticas en sentido estricto, pero también del cuidado de los niños o del acompañamiento de personas mayores. Si cuentas con ayuda suplementaria en estos días, puedes delegar un montón de tareas; hacer la limpieza, cocinar una cena o ir a recoger un regalo que tienes encargado, por ejemplo.
Lo más recomendable, sin ninguna duda, es contratar a una persona con experiencia, sea en cuidado de personas o en servicio doméstico (o ambas cosas). Así te aseguras un servicio profesional y puedes confiar en que todos los detalles estarán en buenas manos. ¡Y para que las navidades sean unas fiestas de verdad!
Agencia de servicio doméstico personalizado
En SelectiaHome nos especializamos en encontrar la persona de servicio doméstico que mejor encaja con tus necesidades. ¿En qué podemos ayudarte?
Deja una respuesta