¿Conoces el dicho “solo nos acordamos de Santa Bárbara cuando truena”? Pues eso suele pasar también cuando se trata de buscar ayuda a domicilio o servicio doméstico. Y nunca dejar las cosas para el último momento fue buena idea. Entonces, ¿cuándo es el momento de empezar a buscar niñera?
En esta entrada hablamos de esta cuestión porque es una pregunta bastante frecuente que nos hacen las mamás y papás que van a serlo por primera vez. Desde nuestra perspectiva, con nuestra experiencia como agencia especializada en profesionales del cuidado de niños, creemos que podemos ayudarte a verlo más claro.
La niñera, una figura clave
Partimos del hecho objetivo de que cuando buscamos niñera estamos buscando a una persona que desempeñará un papel fundamental en nuestras vidas. Y cuando decimos nuestras vidas, nos referimos a las de los progenitores y su entorno, pero también (y sobre todo) a la del bebé que, al fin y al cabo, es por quien hacemos todo esto, ¿no?
No hace falta decir más para justificar que esta búsqueda debe llevarse a cabo de forma muy rigurosa. Hay que tener en cuenta numerosos factores, en particular nuestras necesidades (¿es nuestro primer hijo, disponemos de mucho tiempo?) y nuestros objetivos (¿queremos ayuda interna o externa, qué estilo de crianza buscamos?)
Todo esto implica una búsqueda exhaustiva para dar con la persona que mejor encaje con nosotros y nuestras circunstancias. Algo que, qué duda cabe, lleva su tiempo. Así que el consejo fundamental es comenzar la búsqueda con cierto margen de tiempo, y asumir que esa búsqueda puede prolongarse algunas semanas.
¿Antes o después del parto?
Evidentemente cuando hablamos de madres y padres primerizos, esta es la pregunta por excelencia, y la respuesta para nosotros es clara: ¡antes! Si crees que no dispones de demasiado tiempo, verás cuando venga tu bebé…
Elegir niñera con un cierto nivel de exigencia supone ir dando pasos pequeños pero imprescindibles, principalmente:
- Realizar un perfil de la niñera “ideal”, para tenerla como referencia de partida.
- Realizar las entrevistas (en plural, seguro que sí), en un primer momento por teléfono.
- Conoceros en persona, y normalmente presentar “la casa” a esa persona.
- Ultimar detalles que no dejan de ser esenciales, desde el contrato a la logística.
Juzga por ti misma o mismo si no es interesante tener todo esto atado y bien atado antes del momento clave del parto que, por cierto, en la mayor parte de las ocasiones no avisa…
¿Cuáles son tus circunstancias?
Lo decimos porque también nos encontramos con muchas otras situaciones que no tienen que ver con la ayuda en el cuidado de un bebé durante el periodo posparto. Por ejemplo:
- Por cuestiones laborales necesitarás a una persona durante unas horas o días determinados (con sus noches) por un periodo de varias semanas.
- Se acercan las vacaciones y quieres a alguien que te ayude en el acompañamiento de tus hijos durante el verano.
- Buscas ayuda en casa de una manera general, tanto con los niños como con las tareas domésticas.
- Quieres a un experto en puericultura o cuidados especiales por las necesidades particulares de tu hijo, independientemente de su edad.
Por eso decimos que las circunstancias mandan. En el primer caso, el momento idóneo es en cuanto te enteras de que tendrás esa necesidad. En el segundo, lo suyo es al menos un par de semanas antes de la llegada de las vacaciones escolares. En el tercero puedes “dejarte llevar” un poco más y la búsqueda será mas breve, pero en el cuarto ocurrirá todo lo contrario…
¡No lo dejes para mañana!
Sea como sea, estamos aquí para ayudarte a cubrir tus necesidades y expectativas encontrando a la persona justa en el momento justo.
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